miércoles, 4 de marzo de 2015

Tutorial para reformatear el cerebro

Alvin Reyes

Una de los triunfos más acabados el sistema, de la máquina, ha sido la educación, el adoctrinamiento de millones de seres humanos. Millones de personas que tienen los mismos gustos, que temen a las mismas enfermedades, que siguen los mismos equipos deportivos y, la mejor de todas, se ha logrado claramente definir una visión occidental de la historia y de la política, una versión maniquea del mundo donde todo lo que no sea democracia, consumismo y búsqueda de beneficios económicos está mal. Todo aquel que no piensa como nosotros es nuestro enemigo y su única razón de existir es nuestra destrucción. Lo mismo si es un piadoso musulmán que se arrodilla mirando a La Meca, como un budista oriental que no come McDonald o un indígena de Bolivia que no cree en Jesús si no en la Pachamama. Todos ellos son nuestros enemigos. Ese el paradigma educativo, el mantra mediático de esta época.

Dentro de todo ese tinglado mediático/educativo algunos han intentado despertar, les ha llevado años de estudios, de lecturas de esfuerzo intelectual, ir descomponiendo, ir desatando los hilos de esta maraña de mentiras y de adoctrinamiento sistemático. Un esfuerzo agotador dado que las viejas categorías filosóficas de los siglos XIX y XX apenas sirven para ayudar a entender el caos del siglo XXI. Zygmunt Bauman, Lewis Mumford, Henry David Thoureau, Félix Rodrigo Mora, Melvin Mañón, y un largo etcétera han intentado desentrañar las intrincadas manipulaciones del complejo mundo corporativo, financiero y belicista de hoy. Ahora bien estos  mencionados son pensadores, personas que dedican la mayor parte de su tiempo a estudiar a pensar la historia, la filosofía, las dinámicas de las sociedades. Pero  en realidad lo que realmente nos interesa en estos momentos es ayudar a las personas comunes del mundo a despertar de este letargo mediático, a comprender que durante mucho tiempo nos han estado mintiendo y lo peor es que  ha sido con nuestra complicidad, inocente o no.

Por eso hemos preparado este tutorial. Todos estamos acostumbrados, digo algunos de los que usamos computadoras y demás artilugios técnicos, a que cuando un programa nos falla o simplemente no sabemos cómo usarlo, acudimos a la internet donde unas personas buenísimas (a algunas de ellas no tengo como agradecerles) desinteresadamente cuelgan videos y tutoriales donde nos explican con lujo de detalles que hacer en los caso específicos que nos agobian en este mundo informático de hoy.

El primer paso que hay que dar antes de cualquier cosa y como medida precautoria es ahora mismo dejar de ver televisión, en el acto. Toma un tiempo acostumbrarse después de años de adoctrinamiento, después de largas horas viendo como esperamos durante meses como el héroe vence al malvado y se lleva a heroína. Pero es una condición indispensable para que el proceso termine satisfactoriamente de lo contrario el formateo no quedará bien porque seguirán apareciendo archivos corruptos dentro del cerebro que nos harán volver a nuestra forma de pensar anterior. Una técnica muy buena para enfrentar la angustia existencial que se te presenta al no saber en qué invertirás el tiempo es tratar de usar el aparato televisor como si fuera un cine. Compra, alquila, o descarga una película y la ves cuando quieras, a la hora que quieras y sin comerciales, muy importante, sin comerciales. Sé que esta es una de las partes más difíciles. Lo importante al final no es ver o no TV, es tener el cerebro preparado con los filtros adecuados para no dejarte adoctrinar, una vez que el cerebro este reformateado ocurrirán al menos dos cosas o te darás cuenta que realmente no te hace falta ver televisión o las cosas que veras en ella serán muy diferentes a las que veías en tus días anteriores al formateo.

El segundo paso es dejar de leer prensa. Periódicos tradicionales, etc. Hasta tanto nuestro cerebro no este equipado con los archivos que les introduciremos y que nos permitirán leer entre las redes de mentiras que inunda la  paginas y las pantallas de la prensa mundial, corporativa, mentirosa, canalla, etc. A la gente le han vendido la idea de que una persona que ve, escucha y lee noticias es una persona bien informada. En el caso que nos ocupa una persona que recibe el bombardeo mediático diario de la prensa corporativa mundial no será una persona bien informada si no una persona bien adoctrinada. Y en esta época tenemos grandes ventajas que no teníamos antes. Primero tenemos el mando a distancia que nos permite instantáneamente cambiar de noticiario, pero principalmente tenemos la internet. Si tenemos paciencia y navegamos de manera inteligente encontraremos cientos de sitios alternativos que nos pueden aclarar muchísimas cosas. Usted puede empezar, por ejemplo, viendo las noticias tradicionales corporativas y luego buscando noticias alternativas y haciendo ese ejercicio poco a poco su cerebro aprenderá a desarrollar un sentido crítico y vera que no tiene que creer todo lo que dicen las noticias y sobre todo aprender a leer detrás de las noticias. Muy importante esta última parte.

Con esos dos primeros pasos usted notará dos cosas: primero que su pensamiento está más claro y segundo ya usted no será tan ingenuo como era al principio. Ya usted no creerá tanto en que los soldados estadounidenses son campeones del mundo libre y se irá dando cuenta de que este es un ejército invasor y de ocupación de los territorios donde se encuentra. Y entenderá que estos soldados no están defendiendo su país, estos soldados están luchando contra otros que si están defendiendo su país de un invasor extranjero.

Por último y para no ser muy largo el tutorial debes de entender que aunque no te des cuenta todas esas películas bobas de Hollywood, de Disney, toda esa música hueca y repetitiva lo único que hace es llenarte el cerebro con alas de cucarachas y palomitas blancas, son archivos corruptos que dañan tu sistema operativo dejándolo sin la mejor de las cualidades con las que fue diseñado: su capacidad para estructurar un pensamiento coherente.


Ve menos televisión, sal más a la calle, a los parques al mundo. Despégate un tiempo del celular, este nunca se quejara de ti pero un padre, un hermano, un amigo, un hijo, si lo harán. Deja de jugar jueguitos de porquería que se comen tus neuronas y habla más con tus compañeros, total cuando todo se joda y venga la oscuridad digital el celular será una mierda más, un pedazo de plástico y litio que no te servirá para nada.