jueves, 27 de agosto de 2015

Simonde de Sismondi: crítico del capitalismo

Alvin Reyes

Estudiando economía política me he encontrado con J. C. L. Simonde de Sismondi uno de los principales críticos a la economía capitalista clásica del siglo XVIII.

Nacido en Ginebra y formado como historiador, J. C. L. Simonde de Sismondi  (1773-1848) adquirió experiencia práctica en negocios y finanzas en Francia, cuando  era muy joven. Más tarde se convirtió en uno de los primeros y principales críticos de la teoría y del método económico clásicos en el siglo xix. Al hacer esto, echaba en gran medida las bases del método de análisis que presentaría después la escuela histórica alemana.” [1]

Me llamó la atención su crítica a la maquinaria y a la tecnología. No por la crítica sino por el planteamiento de la misma. “Uno de los ataques más enérgicos de Sismondi al clasicismo se refería a la maquinaria. En general, los economistas clásicos consideraron la introducción de la maquinaria como algo beneficioso, porque aumentaba la eficiencia económica y disminuía los costes de producción y los precios del producto, incrementando de este modo el bienestar del consumidor. Sismondi, por otra parte, aunque reconocía las ventajas que en orden a la reducción de costes tenía la maquinaria, se percató de que tales beneficios no justificaban el perjuicio ocasionado por el desempleo tecnológico. La introducción de maquinaria que ahorra trabajo desplaza a los obreros. Además, como que la maquinaria es cara, por lo general se concentra en las mayores empresas, por lo que muchos pequeños fabricantes tienen que abandonar el negocio.”

Lo que hace interesante el planteamiento  de Sismondi es que su crítica no iba dirigida al uso de la maquinaria sino al sistema social que permitía que los seres humanos, los trabajadores, se viesen sometidos a los caprichos de la competencia. En sus palabras:

“Cada invento que se ha producido en las artes, que ha multiplicado la potencia del trabajo del hombre, desde el arado hasta la máquina de vapor, es útil... La sociedad solo ha progresado a través de tales descubrimientos; es a través de ellos que el trabajo del hombre ha bastado para sus necesidades... No es culpa del progreso de la ciencia mecánica, sino que es culpa del orden social, si el trabajador, que adquiere la capacidad de hacer en dos horas lo que antes le costaba doce, no se ve más rico, y en consecuencia no disfruta de más tiempo de ocio, sino que, por el contrario, está haciendo seis veces más trabajo del necesario.”

Para Sismondi la economía era una ciencia moral.  Una ciencia, decía, que se interese solamente por los medios de incrementar la riqueza sin estudiar la finalidad de tal riqueza sería una falsa ciencia.

Afirmaba que la economía política “No se funda en cálculos fríos, ni en una cadena matemática de teoremas, deducidos a partir de algunos axiomas oscuros, que se toman como verdad incontestable... La economía política se fundamenta en el estudio del hombre y de los hombres; la naturaleza humana debe ser conocida, y también la condición y la vida de las sociedades en diferentes épocas y en diferentes lugares. Debe consultarse al historiador, y a los viajeros; debe mirarse al interior de cada uno; no solo debe estudiar las leyes, sino que también debe saber cómo se ejecutan; no solo debe examinar los cuadros estadísticos de importación y exportación, sino que también debe conocer el aspecto del país, entrar en el seno de las familias, juzgar la comodidad o sufrimiento de la masa del pueblo, verificar los grandes principios por medio de la observación de los detalles, y comparar incesantemente la ciencia con la práctica de la vida diaria.”

O sea, no se puede estar calculando variables económicas en fríos computadores y analizando gráficos estáticos faltos de vida, se debe pensar principalmente y ante todo como afectaran a los seres humanos la toma de cualquier decisión relativa a los problemas económicos.

Simonde de Sismondi un economista desconocido, hasta hoy, para mí pero que su corriente de pensamiento es tan válida ahora como lo fue en los siglos XVIII y XIX.




[1] Los datos que aparecen aquí y todas las referencias y citas de Sismondi corresponden a: Robert B. Ekelund, Jr.  y Robert F. Hebert (2005) HISTORIA DE LA TEORÍA ECONÓMICA Y DE SU MÉTODO. McGraw Hill. 3 ed. México

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