La Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos operará desde 2013 el mayor centro de espionaje jamás construido, al cual arribarán todas las comunicaciones satelitales y de cables subterráneos y marítimos, además de contar con la capacidad de desencriptar todo tipo de documentos reservados.
When a ideology conveys such universal meanings and commands such obedience, it has become, in fact, a religion, and its imperatives have the dynamic force of a myth
viernes, 27 de abril de 2012
El mayor centro de espionaje del mundo, el inminente proyecto de la NSA
La Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos operará desde 2013 el mayor centro de espionaje jamás construido, al cual arribarán todas las comunicaciones satelitales y de cables subterráneos y marítimos, además de contar con la capacidad de desencriptar todo tipo de documentos reservados.
lunes, 23 de abril de 2012
Los economistas Krugman y Rifkin dicen que la tecnología traerá miseria a millones de trabajadores
Por JOSÉ LUIS BARBERÍA / AURORA INTXAUSTI
Publicado en El Pais
Los economistas americanos Paul Krugman y Jeremy Rifkin afirman que en un periodo' corto de tiempo el proceso tecnológico condenará a la miseria a millones de trabajadores y que los beneficios que se deriven de ello van a incrementar las diferencias y que esa situación es imparable. Krugman cree que es difícil saber qué va suceder con toda esa masa social que se va quedar atrapada en la miseria. Arribos economistas, de gran influencia mundial, han participado en una jornadas sobre empleo en San Sebastián y divergen sobre: el reparto del trabajo
Reducción de jornada
Pagar cuotas
martes, 17 de abril de 2012
La maquina no perdona: El Pentágono reclama dinero a los soldados heridos
Publicado en El Periodico
Uno de los afectados es Robert Loria, de Middletown, en Nueva York. Loria, de 27 años, ahora retirado, resultó herido en febrero del 2004. Nueve meses después de estar ingresado en un hospital militar cerca de Washington, el Ejército le comunicó que no había devuelto todo el material y también había estado cobrando durante la convalecencia, como si hubiera estado en combate, por lo que tenía que devolver la diferencia. El supuesto adeudo ascendía a 6.200 dólares (5.130 euros).
Sistema informatizado
El caso de Loria se solventó gracias a donaciones, al darlo a conocer un diario local y cuando varios abogados, entre ellos Hillary Clinton, se preocuparon por el caso. El Ejército alega que estos errores se deben a que el sistema está informatizado y no se han revisado los casos uno a uno.
martes, 10 de abril de 2012
Metafísica contra maquinaria: Marx, Keynes, Minsky y la crisis
Por Alejandro Nadal. Publicado en Revista Sin Permiso
Una versión muy popular sobre los orígenes de la crisis sostiene que la avaricia condujo a los operadores del sector financiero al exceso que generó la debacle. Es una interpretación de la crisis que encuentra muchos adeptos porque permite encontrar la falla en las debilidades y vicios de unas cuantas personas. El sistema está bien, sólo que siempre hay unas cuantas manzanas podridas que todo lo echan a perder.
De entrada esta representación de la crisis tiene un problema. Se supone que el mercado es un dispositivo que se nutre del egoísmo y de la ambición individual. Como dice Adam Smith, es precisamente porque los individuos son egoístas y persiguen su interés personal que se logra una situación de armonía social en y por el mercado. De ahí su metáfora: es como si cada uno fuera guiado por una “mano invisible” y por su egoísmo terminara haciendo el bien para todos los demás. ¿Cómo es que ahora la ambición desmedida provoca las crisis?
Bueno, también se dice que la desregulación del sector bancario hizo posible la debacle. La ambición habría sido el motor, pero la eliminación de controles sobre el sector bancario y financiero abrió el camino para el despliegue de esas pasiones, trayendo consigo graves implicaciones macroeconómicas.
Pero aquí hay algo interesante. Resulta que si son las pasiones desmedidas las que engendran la crisis, entonces lo que se necesita para prevenirla es establecer los límites adecuados a tal frenesí. En el caso actual, la crisis se hubiera evitado si se hubieran puesto límites a la ambición desmedida. En síntesis, el sistema económico está bien, pero a veces algunos seres humanos lo descarrilan por su conducta malévola o torcida.
Claro, la retórica que utiliza la teoría económica busca expurgar cualquier referencia a la moral y se prefiere usar la palabra “expectativas” en lugar de “pasiones”: los agentes económicos tienen expectativas que se forman de manera más o menos racional. Y así, desde Keynes hasta Lucas, pasando por Minsky, los planes de inversión y consumo de los agentes que integran una economía se forjan a través de los esfuerzos para enfrentar la incertidumbre (Keynes) o para frustrar las intervenciones del gobierno (Lucas).
El análisis de Minsky es más sofisticado, pero descansa en la misma idea. Al igual que otros autores post-Keynesianos, Minsky ofrece un modelo más serio sobre el funcionamiento de una economía monetaria capitalista que lo que propone la teoría convencional. En su explicación sobre la dinámica de una economía capitalista, el endeudamiento y los bancos tienen un papel importante. (Aunque los lectores se sorprenderán, en los modelos de la teoría convencional, la que es utilizada para hacer la apología del neoliberalismo, los bancos no aparecen por ningún lado. Sí, así como lo leyeron: en los modelos de los economistas del sistema, ni los bancos, ni el endeudamiento tienen el lugar que merecen. Pero me estoy desviando del tema).
Aquí lo importante es destacar que en el modelo de Minsky sobre las crisis financieras el papel de las expectativas es crucial. En las fases de tranquilidad en una economía capitalista, los agentes económicos, empresarios en la economía real o prestamistas en el sector financiero encuentran que sus expectativas sobre la evolución favorable de la economía se están confirmando. Proceden a corregirlas al alza y eso conduce a la apreciación de sus activos, lo que les permite mayor apalancamiento y endeudamiento. Y eso conduce nuevamente a nuevas correcciones en su conducta como tomadores de riesgo y así sucesivamente. Pero poco a poco el proceso se agota y arranca un proceso de deflación. Es la crisis y en su desarrollo, el componente subjetivo (la formación de expectativas) desempeña un papel fundamental.
Existe otra visión sobre los descalabros que sufren las economías capitalistas. En ella el sistema económico conduce a la crisis independientemente de la formación de expectativas o de las motivaciones de la conducta de los agentes. En esta percepción el sistema económico es como una maquinaria cuyas contradicciones internas imprimen el dinamismo que conduce a las crisis. No se trata aquí de saber qué pasa cuando los agentes abrazan pronósticos más o menos optimistas sobre el futuro de la economía, o cuando se equivocan en sus anticipaciones. La economía funciona de tal manera que la crisis es inevitable, cualquiera que sea el proceso y el resultado de la formación de expectativas.
Es a lo que conduce el análisis de Marx. Las contradicciones del capitalismo, y en especial la lucha de clases, son la incubadora de la(s) crisis, independientemente de las motivaciones y expectativas de los agentes. Ni el sub-consumo, ni la sobre producción son suficientes para detener permanentemente el proceso de acumulación capitalista. En cambio, la ley tendencial sobre la caída de la tasa de ganancia erige una barrera para la expansión del capital que solamente puede resolverse en y a través de la crisis. Esa ley se manifiesta sin implicar una referencia a las anticipaciones de los agentes.
Es cierto que hay paralelismos entre el análisis de Keynes-Minsky y de Marx. Sin duda sus análisis son complementarios y desembocan claramente en la misma conclusión: una economía capitalista es inherentemente inestable. Keynes diría que, además, es capaz de mantener niveles socialmente inaceptables de desempleo durante mucho tiempo. Por eso es necesaria la acción del gobierno y se abre el debate sobre los diferentes méritos de la política fiscal versus la monetaria, etc. Pero la diferencia profunda entre Marx y Keynes-Minsky es que en el primero no hay manera de evitar la crisis. El capitalismo no es sólo ‘inherentemente inestable’, sino que es sinónimo de desigualdad y crisis. La salida no es una regulación adecuada o una intervención eficaz, sino la transición a un sistema socialmente deseable.
Alejandro Nadal es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso
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www.sinpermiso.info, 7 abril 2012