jueves, 12 de enero de 2017

La obsesión de occidente con Rusia

Alvin Reyes

Todos los que vivimos una parte de nuestra vida bajo la guerra fría sufrimos el temor de la amenaza rusa. En las pesadillas más temibles de los occidentales se veía una brigada indetenibles de tanque soviéticos atravesando Europa hasta el Atlántico. En nuestros peores sueños, en nuestro imaginario de los “War Games” una nube de misiles soviéticos atravesaban los cielos para quemar occidente. Solo la “Guerra de las Galaxias”  de Reagan era capaz de detener los miles de miles que un día serían lanzados sobre nosotros con el fin de sepultar la civilización y establecer de una vez y para siempre la dictadura del comunismo ateo.

Con el derrumbe del modelo soviético, con la caída del muro de Berlín con el fin del Pacto de Varsovia la amenaza se desvaneció…por unos años. De la mano de Vladimir Putin la amenaza rusa ha resurgido, se ha agigantado. De nuevo el imperio del mal se cierne sobre nosotros. De nuevo occidente debe prepararse para enfrentar esta nueva agresión rusa. Con una audacia increíble Rusia ha logrado, según  se afirma, colocar un presidente en la casa blanca. Cuidado! Vienen los rusos!

Es esto nuevo? Es la primera vez que el argumento ruso se esgrime como una amenaza seria para nuestro mundo cristiano occidental? Para ayudarnos a dar un poco de luz a esta interrogante vamos a auxiliarnos del insigne Arnold Toymbee y su libro “Civilization on trial” del que traduciremos para ustedes un par de párrafos reveladores sobre la realidad de los affaire ruso-occidentales. Veamos:

“En occidente tenemos la visión de que Rusia es el agresor y tiene la apariencia de serlo cuando se ve a través de los ojos occidentales. Vemos a Rusia como la que se llevó la mejor parte en la repartición de Polonia en el siglo 18; como la opresora de Polonia y Finlandia en el siglo 19; como la agresora en el mundo de postguerra. A los ojos de los rusos es todo lo contrario. Se ven a ellos mismos como las victimas perpetuas de la agresión occidental y desde una perspectiva histórica existen varias razones para compartir la visión rusa. Un investigador acucioso puede descubrir que las acciones rusas contra Polonia  y Suecia en el siglo 18 fueron en realidad contraofensivas y que el territorio ganado en esas contraofensivas no compensaban las perdidas territoriales rusas a manos de occidente antes y después de este conflicto.

Los primeros habitantes de Rusia, quienes establecieron su dominación sobre los Eslavos fueron desplazados por los cristianos occidentales bajo Carlomagno. De nuevo en el siglo 14 la mayor parte del territorio original de Rusia (Casi toda la Rusia Blanca y Ucrania) les fue arrebatada y anexada a  la cristiandad Occidental conquistadas por Lituania y Polonia.

En el siglo 17 invasores polacos penetraron casi hasta Moscú y no fueron detenidos más que por un esfuerzo extraordinario de los rusos, mientras los suecos desplazaban a Rusia del Báltico. En 1812 Napoleón repitió el intento de los polacos mientras que en el paso del siglo 19 al 20 los vientos de lluvia occidental sobre Rusia soplaban más fuertes. Los alemanes la invadieron en los años 1915-1918 pasando sobre Ucrania y alcanzando la Transcaucasia. Tras el colapso de los alemanes les tocó el turno de invadir Rusia  a los británicos, franceses, americanos y japoneses por cuatro diferentes costados en los años 1918-20. Y luego en 1941 los alemanes retornaron con un ataque más formidable y brutal que nunca. Es cierto que durante los siglos 18 y 19 las tropas rusas marcharon y combatieron en occidente pero siempre  lo hicieron aliados de un poder occidental contra otro poder occidental en alguna disputa familiar entre occidentales. En los anales de las guerras a través de los siglos parece ser un hecho cierto que los rusos han sido siempre la víctima de una agresión y los occidentales los agresores la gran mayoría de las veces.” (1)

Como se desprende de estos párrafos geniales de Toynbee el “cuco” de una Rusia agresora es viejo. La única diferencia que vemos en el caso de hoy día es que,  al parecer, Rusia está dirigida por un liderazgo con más visión, con más coherencia y con más conciencia de lo que esta sucediendo que la pandilla neoliberal que dirige los destinos occidentales.

(1) Toynbee, Arnold J. Civilization on trial. Oxford University Press. 1948. Pág. 167-169