viernes, 27 de abril de 2012

El mayor centro de espionaje del mundo, el inminente proyecto de la NSA

Publicado en pijamasurf

 La Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos operará desde 2013 el mayor centro de espionaje jamás construido, al cual arribarán todas las comunicaciones satelitales y de cables subterráneos y marítimos, además de contar con la capacidad de desencriptar todo tipo de documentos reservados.

La “seguridad nacional”, ese concepto que se invoca para cometer las tropelías más criminales desde el ámbito gubernamental, ha sido en Estados Unidos una de las preocupaciones fundamentales en casi toda su historia como país, agudiza en años recientes por las supuestas amenazas del terrorismo, los ataques cibernéticos y otros enemigos que, verdaderos o simulados, sirven para justificar la creación de una atmósfera de miedo y temor que paulatinamente se condensa en realidades y hechos concretos.
Uno de estos es un centro de espionaje hasta ahora inaudito, sin parangón en la historia de la humanidad y ante el cual el legendario gabinete de Fouché palidece de inmediato, que en septiembre de 2013 comenzará a operar la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, y el cual se encuentra enclavado en las profundidades de una zona desértica de Utah, en el oeste del país.
El Utah Data Center es uno de los proyectos más ambiciosos jamás concebidos porque concentrará —interceptará, descifrará, analizará y almacenará— la información de casi todas las comunicaiones realizadas por medio de satélites y cables subterráneos y submarinos, sean internacionales, extranjeras o nacionales, desde correos electrónicos hasta llamadas telefónicas y búsquedas de Google. Un inmenso acervo que mapeará con bastante precisión la vida íntima de una persona común y corriente.

Y si bien esto es en sí mismo alarmante, hasta cierto punto se trata únicamente de una ampliación en dimensiones de lo que organismos de inteligencia ya realizan (legal o ilegalmente) aunque en proporciones reducidas. La verdadera joya de la NSA será la capacidad de romper con los códigos que envuelven buena parte de la información personal e institucional que todavía se reserva bajo determinadas claves. Estados financieros, transacciones entre empresas, comunicaciones diplomáticas y militares, archivos legales. Las investigaciones de la Agencia por fin tendrán una primera gran culminación en este magno complejo donde todos esos documentos podrán ser leído con la facilidad de quien hojea un periódico.
La red de espionaje de la NSA
Tal parece que este es un último y desesperado esfuerzo por parte de la NSA para sacudirse cierta obsolescencia que la rodea, sobre todo a raíz de su imposibilidad para prevenir incidentes ocurridos en suelo estadounidense desde que esta agencia fue creada en la década de los 50. Los ataques del 11 de septiembre de 2001 figuran como la demostración más evidente de su ineficacia en materia de seguridad. Misma que se acentúa ante los nuevos recursos de quienes sirviéndose de medios cibernéticos parece que han rebasado toda concepción formada antaño en materia de seguridad nacional. Paradójicamente, han sido justamente todos estos sucesos los que han puesto la mesa para que el espionaje adquiera de pronto un sentido positivo que lo hace ver legal y hasta impostergable.
Con una superficie de 2 mil metros cuadrados y costos de construcción y de operación que se cuentan en miles de millones de dólares, el Utah Data Center será un monumento que pervierte de de manera bastante sintomática una de las categorías que en años recientes han servido para definir la actividad humana por antonomasia: la comunicación.
“Cualquiera es un objetivo; cualquiera que se comunique es un objetivo”, sentenció al respecto un oficial de la NSA

lunes, 23 de abril de 2012

Los economistas Krugman y Rifkin dicen que la tecnología traerá miseria a millones de trabajadores

Por  JOSÉ LUIS BARBERÍA / AURORA INTXAUSTI

Publicado en El Pais

Los economistas americanos Paul Krugman y Jeremy Rifkin afirman que en un periodo' corto de tiempo el proceso tecnológico condenará a la miseria a millones de trabajadores y que los beneficios que se deriven de ello van a incrementar las diferencias y que esa situación es imparable. Krugman cree que es difícil saber qué va suceder con toda esa masa social que se va quedar atrapada en la miseria. Arribos economistas, de gran influencia mundial, han participado en una jornadas sobre empleo en San Sebastián y divergen sobre: el reparto del trabajo

Según Krugman, "el futuro es impredecible por definción, pero, en cualquier caso, tampoco podemos perder de vista que desde que comenzó la revolución industrial en Inglaterra, en 1890, hasta que tropezaron a notarse las mejoras tecnológicas pasaron un total de 50 año".Krugman que se define como un liberal norteamericano considera que los sindicatos son una parte del problema del aumento del desempleo y no una parte de la solución. Rifkin asegura que las nuevas tecnologías están liberando a millones de personas del mercado laboral y que es necesario aprovechar esa nueva revolución para que los trabajadores consigan mejoras sociales y reduzcan su jornada laboral.
Los economistas Paul Krugman y Jeremy Rifkin han participado en las jornadas que durante tres días se han celebrado en San Sebastián sobre Empleo y Tiempo de Trabajo: El reto de fin de siglo. Krugman propone frente al mercado laboral actual un tercer modelo que recoja la flexibilidad del mercado anglosajón y la cobertura laboral sanitaria europea. Rifkin apuesta por la reducción de la jornada laboral a 30 horas con el mismo salario y cree que los nuevos empleos que están surgiendo no son para todos porque esos nuevos trabajos son muy cualificados.
Considera que los datos sobre el desempleo, 5,6% de la poblaIción, en EE.UU son ficticios porque hay. entre 5 y 6 millones de personas denominadas "desaparecidas" que no entran en las estadísticas.
El profesor Paul Krugman es asesor del Fondo Monetario Internacional y de la Comisión Trilateral y es calificado como uno de los economistas más considerados de la esfera internacional y un autor prolijo que se ha granjeado los parabienes de las publicaciones especializadas.
Jeremy Rifkin es en gran parte responsable de la política pública de la América de Clinton y es autor de una docena de libros sobre tendencias económicas y temas relacionados con la ciencia la tecnología y la cultura.
Jeremy Rifkin es partidario del reparto de trabajo como una de los métodos de descenso del desempleo y cree que el verdadero problema es el convencer al empresario de reducir el tiempo de jornada laboral, aumentar el salario y los benficios sociales. "Todo ello es posible y se puede demostrar. Elay que mantener el poder adquisitivo de la gente ya que si éste baja va haber menos gente que compre sus productos.

Reducción de jornada

En Francia, y Alemania hay grandes empresas que han reducido la jornada laboral y el sistema está funcionando, sin problemas", indicó. Paul Krugman afirma al respecto que no se puede hacer una idea de lo que eso significa porque en Estados Unidos nunca se ha pensado realmente en su aplicación "es posible que en situaciones de fuerte declive industrial pueda hacerse algo de eso para aliviar la situación pero me temo que el reparto de trabajo está basado en una imagen no muy real de lo que es la economía. Tengo la impresión de que la reducción del tiempo de trabajo no significaría la reducción de los salarios y por tanto aumentaría el coste de trabajo".El profesor Paul Krugman defiende la flexibilidad del mercado de trabajo anglosajón y cita constantemente la baja tasa de desempleo que existe en Estados Unidos frente a las cifras de los países europeos aunque asegura que le preocupa el número de parados que hay en su país y los salarios tan bajos que se están dando.
Jeremy Rifkin asegura que las cifras del 5,6% de desempleo no son reales porque en EE.UU hay millones de personas que han dejado de buscar empleo y si no buscas empleo no entras en las estadísticas. Las cifras verdaderas, según Rifkin, es que el índice de desempleo es del 14% porque hay de 5 a 6 millones de personas que se encuentran en lo que se denomina los "desaparecidos" y no cuentan en la economía del país.
Ni Rificin ni Krugman creen que los modelos laborales anglosajón y europeo puedan solucionar el problema del desempleo y ambas apuestan por formulas diferentes. El profesor Paul Krugman prefiere pensar que hay "un tercer modelo superador de los otros dos, un modelo en el que todo el mundo pudiera tener asegurada la sanidad y disponer de mayores prestaciones sociales dentro de un modelo que, como el americano, debería ser más flexible. Hoy aunque los dos sistemas están en crisis el modelo europeo es el que tiene mayores dificultades", indicó.
El economista Rifkin apuesta por la creación de un tercer sector en el que estaría enmarcada la sociedad civil en la que están incluídas todas las organizaciones no gubernamentales que cumplen una serie de funciones sin cuyo servicio se poduciría un Verdadero colapso.

Pagar cuotas

"El mercado laboral para las nuevas generaciones tiene que venir por ese tipo de organizaciones que cumplen un servicio para el Estado. El Gobierno tiene que pagar cuotas que podría venir los impuestos a las nuevas tecnologías. Más vale destinar el dinero a esas organizaciones que a la construcción de cárceles", señala.Rifkin cree que si los Gobiernos de los distintos países no se empiezan a replantear en serio el futuro del trabajo dentro de diez años el problema puede ser grave y hoy día un síntoma de todo ello es el resurgir en América y Europa del neofascismo.
Por su parte, el sociólogo francés Alain Touraine cree que el mercado laboral no será capaz por sí sólo de generar todo el nuevo empleo que será posible crear en Europa en los próximos años y por ello existen incertidumbres sobre el mercado del empleo.
Touraine considera que la explicación del problema del desempleo y la escasez de trabajo tiene una explicación sencilla y es que en los últimos cuarenta años se ha incrementado mucho la productividad de las empresas y no se ha reducido el tiempo de trabajo.

 

martes, 17 de abril de 2012

La maquina no perdona: El Pentágono reclama dinero a los soldados heridos


Publicado en El Periodico

WASHINGTON - Las llamadas del trabajo no cesan en las casas de algunos soldados heridos en Irak. El Pentágono les reclama el material que no han devuelto (el casco, la mochila...) o bien, en otros casos, les comunican que durante las semanas que han pasado en el hospital, curándose de las heridas, les han pagado de más. Unos 330 militares han sido contactados por el Ejército y a 99 de ellos se les ha perdonado la deuda.

Uno de los afectados es Robert Loria, de Middletown, en Nueva York. Loria, de 27 años, ahora retirado, resultó herido en febrero del 2004. Nueve meses después de estar ingresado en un hospital militar cerca de Washington, el Ejército le comunicó que no había devuelto todo el material y también había estado cobrando durante la convalecencia, como si hubiera estado en combate, por lo que tenía que devolver la diferencia. El supuesto adeudo ascendía a 6.200 dólares (5.130 euros).


Sistema informatizado

El caso de Loria se solventó gracias a donaciones, al darlo a conocer un diario local y cuando varios abogados, entre ellos Hillary Clinton, se preocuparon por el caso. El Ejército alega que estos errores se deben a que el sistema está informatizado y no se han revisado los casos uno a uno.

martes, 10 de abril de 2012

Metafísica contra maquinaria: Marx, Keynes, Minsky y la crisis


Por Alejandro Nadal. Publicado en Revista Sin Permiso

Una versión muy popular sobre los orígenes de la crisis sostiene que la avaricia condujo a los operadores del sector financiero al exceso que generó la debacle. Es una interpretación de la crisis que encuentra muchos adeptos porque permite encontrar la falla en las debilidades y vicios de unas cuantas personas. El sistema está bien, sólo que siempre hay unas cuantas manzanas podridas que todo lo echan a perder.

De entrada esta representación de la crisis tiene un problema. Se supone que el mercado es un dispositivo que se nutre del egoísmo y de la ambición individual. Como dice Adam Smith, es precisamente porque los individuos son egoístas y persiguen su interés personal que se logra una situación de armonía social en y por el mercado. De ahí su metáfora: es como si cada uno fuera guiado por una “mano invisible” y por su egoísmo terminara haciendo el bien para todos los demás. ¿Cómo es que ahora la ambición desmedida provoca las crisis?

Bueno, también se dice que la desregulación del sector bancario hizo posible la debacle. La ambición habría sido el motor, pero la eliminación de controles sobre el sector bancario y financiero abrió el camino para el despliegue de esas pasiones, trayendo consigo graves implicaciones macroeconómicas.

Pero aquí hay algo interesante. Resulta que si son las pasiones desmedidas las que engendran la crisis, entonces lo que se necesita para prevenirla es establecer los límites adecuados a tal frenesí. En el caso actual, la crisis se hubiera evitado si se hubieran puesto límites a la ambición desmedida. En síntesis, el sistema económico está bien, pero a veces algunos seres humanos lo descarrilan por su conducta malévola o torcida.

Claro, la retórica que utiliza la teoría económica busca expurgar cualquier referencia a la moral y se prefiere usar la palabra “expectativas” en lugar de “pasiones”: los agentes económicos tienen expectativas que se forman de manera más o menos racional. Y así, desde Keynes hasta Lucas, pasando por Minsky, los planes de inversión y consumo de los agentes que integran una economía se forjan a través de los esfuerzos para enfrentar la incertidumbre (Keynes) o para frustrar las intervenciones del gobierno (Lucas).

El análisis de Minsky es más sofisticado, pero descansa en la misma idea. Al igual que otros autores post-Keynesianos, Minsky ofrece un modelo más serio sobre el funcionamiento de una economía monetaria capitalista que lo que propone la teoría convencional. En su explicación sobre la dinámica de una economía capitalista, el endeudamiento y los bancos tienen un papel importante. (Aunque los lectores se sorprenderán, en los modelos de la teoría convencional, la que es utilizada para hacer la apología del neoliberalismo, los bancos no aparecen por ningún lado. Sí, así como lo leyeron: en los modelos de los economistas del sistema, ni los bancos, ni el endeudamiento tienen el lugar que merecen. Pero me estoy desviando del tema).

Aquí lo importante es destacar que en el modelo de Minsky sobre las crisis financieras el papel de las expectativas es crucial. En las fases de tranquilidad en una economía capitalista, los agentes económicos, empresarios en la economía real o prestamistas en el sector financiero encuentran que sus expectativas sobre la evolución favorable de la economía se están confirmando. Proceden a corregirlas al alza y eso conduce a la apreciación de sus activos, lo que les permite mayor apalancamiento y endeudamiento. Y eso conduce nuevamente a nuevas correcciones en su conducta como tomadores de riesgo y así sucesivamente. Pero poco a poco el proceso se agota y arranca un proceso de deflación. Es la crisis y en su desarrollo, el componente subjetivo (la formación de expectativas) desempeña un papel fundamental.

Existe otra visión sobre los descalabros que sufren las economías capitalistas. En ella el sistema económico conduce a la crisis independientemente de la formación de expectativas o de las motivaciones de la conducta de los agentes. En esta percepción el sistema económico es como una maquinaria cuyas contradicciones internas imprimen el dinamismo que conduce a las crisis. No se trata aquí de saber qué pasa cuando los agentes abrazan pronósticos más o menos optimistas sobre el futuro de la economía, o cuando se equivocan en sus anticipaciones. La economía funciona de tal manera que la crisis es inevitable, cualquiera que sea el proceso y el resultado de la formación de expectativas.

Es a lo que conduce el análisis de Marx. Las contradicciones del capitalismo, y en especial la lucha de clases, son la incubadora de la(s) crisis, independientemente de las motivaciones y expectativas de los agentes. Ni el sub-consumo, ni la sobre producción son suficientes para detener permanentemente el proceso de acumulación capitalista. En cambio, la ley tendencial sobre la caída de la tasa de ganancia erige una barrera para la expansión del capital que solamente puede resolverse en y a través de la crisis. Esa ley se manifiesta sin implicar una referencia a las anticipaciones de los agentes.

Es cierto que hay paralelismos entre el análisis de Keynes-Minsky y de Marx. Sin duda sus análisis son complementarios y desembocan claramente en la misma conclusión: una economía capitalista es inherentemente inestable. Keynes diría que, además, es capaz de mantener niveles socialmente inaceptables de desempleo durante mucho tiempo. Por eso es necesaria la acción del gobierno y se abre el debate sobre los diferentes méritos de la política fiscal versus la monetaria, etc. Pero la diferencia profunda entre Marx y Keynes-Minsky es que en el primero no hay manera de evitar la crisis. El capitalismo no es sólo ‘inherentemente inestable’, sino que es sinónimo de desigualdad y crisis. La salida no es una regulación adecuada o una intervención eficaz, sino la transición a un sistema socialmente deseable.

Alejandro Nadal es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso

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www.sinpermiso.info, 7 abril 2012