jueves, 21 de noviembre de 2013

Quedan los barbaros…..

Alvin Reyes

Dice Edward Gibbon que los barbaros nunca quisieron conquistar Roma, sino formar parte de ella. Los barbaros siempre han estado ahí amenazando a los imperios, las ciudades, en todas las épocas.

Son barbaros todos aquellos que no son como nosotros. Todo aquel nacido /o criado más allá, pero dentro de los muros ahora, es un bárbaro.

Lo mismo para los Godos que para los mexicanos en EEUU, los dominicanos en Puerto Rico, los haitianos aquí en dominicana, los extranjeros de todas partes, maghrebíes y los negros de áfrica que acechan y “amenazan” a la  vieja Europa.

Los que son atraídos por el espejismo de la prosperidad más allá de sus fronteras. Ser ciudadano de Europa o ciudadano americano es un triunfo para un bárbaro, un paso en su vida que le traerá protección y acceso a un país y un sistema más rico que el de su origen. Soy americano hoy, soy romano del imperio. Soy dominicano diría un haitiano.

Pero lo único que nos deja el testimonio de la historia es que los barbaros siempre han estado ahí, a la sombra de todos los imperios, de todas las potencias, de todas las sociedades. Amenazando con su presencia la existencia de los ciudadanos imperiales. Pero no se han ido nunca.
Han, incluso, logrado prolongar la vida de los imperios aportando soldados. Cuando ya el imperio no tiene fuerza, han dado vitalidad y energía a los ejércitos imperiales.


¿No fue acaso Flavio Estilicón el general romano un bárbaro, un vándalo? Después del asesinato del emperador occidental Valentiniano II (392), Estilicón acompañó al ejército que conduciría a la victoria a Teodosio en la batalla del Frígido. Estilicón se distinguió en la batalla, y Teodosio, agotado por la campaña, lo vio como un hombre digno de ser responsable de la seguridad futura del imperio. El último emperador de una Roma unida designó a Estilicón como tutor de su hijo, Honorio poco antes de su muerte en 395, para asegurar su influencia sobre el nuevo y joven emperador, Estilicón casó a su hija con Honorio, lo cual fue un auténtico escándalo entre la nobleza y los cortesanos de Honorio, que no aceptaban que la hija de un mestizo medio bárbaro y medio romano, se casara con el emperador de Occidente.” (Wikipedia).

Y acaso no aportan los latinos una cuota importante en el ejército  de los EEUU y no fue España la que ofreció incentivos importantes a los  mismos latinoamericanos que desprecia en las calles para que se enrolaran en el ejército?


¿Que aportaran los barbaros de esta época? El empuje que necesita la actual civilización para mantener en movimiento la máquina? Y, si no tuvieran ese espacio, encenderían las calles precipitando su caída? Solo el tiempo dirá. Pero mientras la civilización sigue su acelerado ritmo hacia la incertidumbre y el caos podemos decir, acaso, como el filósofo rumano Cioran: No todo está perdido: quedan los bárbaros. ¿De dónde surgirán? No importa

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