Alvin Reyes
Un grupo de estudio, el Centre for Research on
Globalization, de Montreal (Canadá), ha presentado un informe que enumera seis
grandes ilusiones que esclavizan nuestras vidas. Estas ilusiones nos mantienen
en la creencia de que el mundo real no es como lo percibimos si no como el
sistema, como los gobiernos nos lo presentan. En el reporte el grupo llega a
afirmar que vivimos en una Matrix y que estas ilusiones nos hacen permanecer
esclavos de esta Matrix.
“Vivimos en un mundo de ilusión. Así que
muchas de las preocupaciones que ocupan la mente y las tareas que llenan el
calendario surgen de impulsos plantados para convertirnos en alguien o algo que
no somos. Esto no es casual. Estamos siendo adoctrinados en esta cultura
autoritaria-corporativa y de consumo que
ahora domina la raza humana, estamos entrenados para creer que ciertos aspectos
de nuestra sociedad son verdades intocables.” Dice el trabajo.
Las seis grandes ilusiones que enumera el estudio son
las siguientes:
1. La
ilusión de la ley, el orden y la autoridad. Muchos de nosotros consideramos que
respetar la ley es una obligación moral, y la mayoría lo hace con mucho gusto a pesar de que la corrupción generalizada, el
escándalo, y la maldad demuestran reiteradamente que la ley es lo suficientemente
flexible con todos aquellos que tienen el poder para violarla. La brutalidad y la criminalidad policial son rampantes en
los EE.UU., los tribunales favorecen a los ricos, y ya no podemos siquiera ser dueños de nuestra vida privada gracias a la intrusión de
la vigilancia estatal. El orden social no es lo que parece, ya que está basado enteramente
en la conformidad y en la obediencia. La historia nos enseña una y otra vez que
la ley es tan solo un instrumento de opresión y control social,
cualquier poder basado en este concepto es falso,
hipócrita e injusto.
2. La ilusión de la prosperidad y la felicidad. En esta época el
adornarse con ropas y baratijas caras y el acumular una gran cantidad de
posesiones materiales que serían la envidia de cualquier monarca del siglo 19
se han convertido en un sustituto de la verdadera prosperidad. El mantener la
ilusión de la prosperidad, sin embargo, es algo crítico para nuestra economía,
porque su fundamento es el consumo, el fraude, el crédito y la deuda. El propio
sistema bancario ha sido diseñado de arriba hacia abajo para crear riqueza
ilimitada para algunos mientras se grava con impuestos al resto de nosotros
hasta la eternidad. La verdadera prosperidad se vive en un ambiente de abundante
salud, de felicidad, de amor y de relaciones humanas. A medida que más gente tiende
a percibir los bienes materiales como la forma de identificación en esta
cultura, nos alejamos cada vez más de experimentar la verdadera prosperidad.
3. Ilusión del derecho a elegir y la libertad. Lee entre líneas
y mira la letra pequeña, no somos libres, no para un estándar inteligente. La libertad
se trata de tener opciones, sin embargo, en el mundo de hoy, la elección ha
llegado a significar una selección entre las opciones disponibles, siempre
desde dentro de los confines de un sistema jurídico y fiscal corrupto y dentro
de los límites de las normas culturalmente aceptadas y aplicadas. La ilusión de
poder elegir y la ilusión de la libertad son un poderoso opresor porque nos
engañan para que aceptemos las cadenas, como si fueran las señas de identidad
de la libertad.
4.
La ilusión de la verdad. La verdad
se ha convertido en un tema delicado en nuestra cultura, y hemos sido
programados para creer que 'la' verdad proviene de los semidioses de los medios
de comunicación, las celebridades y el gobierno. Si la televisión declara que
algo es verdad, entonces creer lo contrario es una herejía.
5. La ilusión del tiempo. Dicen que el tiempo es dinero, pero
esto es una mentira. El tiempo es nuestra vida. La vida es una manifestación constante
de la evolución del ahora. Mirando más
allá del mundo de los cinco sentidos, donde hemos sido entrenados para movernos
de acuerdo con el reloj y el calendario, nos encontramos con que el espíritu es
eterno, y que el alma de cada individuo es parte de esta eternidad. El engaño tremendo al que se refiere
esta ilusión trata de que las
personas no se
fijan en el presente y el pasado, sino al revés: piensan en el futuro. La
máxima es que al darle más atención e importancia al futuro la gente se distraiga de la realidad y lo que ocurre en el momento
actual.
6. La ilusión del aislamiento. A nivel estratégico, la táctica de divide y vencerás es un
procedimiento operativo estándar para los regímenes autoritarios y los ejércitos
invasores, pero la ilusión del aislamiento va aún más profundo que esto. Estamos programados para creer que
como individuos estamos en competencia con todo el mundo y todo lo que nos
rodea, incluyendo a nuestros vecinos e incluso contra la madre naturaleza.
Nosotros contra ellos hasta el final. Esto niega rotundamente la verdad de que
la vida en este planeta está conectada infinitamente. Sin aire limpio, agua
limpia, suelos sanos, y un sentido global de comunidad no podemos sobrevivir.
Estas grandes ilusiones nos las presentan para que
aceptemos de manera ciega los designios de la Matrix, del sistema, de la
máquina. En su intento por someternos se nos exige conformidad y obediencia.
Pero lo nosotros no debemos olvidar que todo se envuelve en una especie de
estrategia de ventas y que no se nos puede vender lo que no queremos comprar.
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